Nuestras batallas, nuestras soluciones: la urgencia de una transición energética

El último informe del IPCC se publicó en agosto de 2021. Se suma a la larga lista de advertencias de los científicos del clima. Es alarmante y muestra la urgencia de una transición energética para cambiar el paradigma.

Este informe hace una afirmación ante la que ya no podemos mirar hacia otro lado: el actual modelo económico y energético de la humanidad no es sostenible. Es absolutamente necesario que encontremos soluciones alternativas para afrontarlo. Tenemos que iniciar una transición energética. Ahora.

El hidrógeno de Lhyfe, una transición energética que es cosa de todos

No estamos culpando al viejo sistema. De hecho, cada época ha experimentado sus propias limitaciones económicas y sociales y sus propios límites tecnológicos. En cambio, hoy existen soluciones para descarbonizar nuestras actividades. Y esto requiere valentía, compromiso y, a veces, decisiones vinculantes. Luchamos para que la elección del hidrógeno renovable sea una opción evidente para nuestros clientes. La solución debe ser lo menos restrictiva posible.

Para que los sectores  industriales puedan dejar de emitir toneladas de CO2 manteniendo su actividad y a sus empleados. Esto será posible sustituyendo el hidrógeno carbónico por hidrógeno renovable.

Del mismo modo, una comunidad puede hacer funcionar sus autobuses urbanos sin emitir CO2. Esto puede hacerse sustituyendo el gas natural por hidrógeno renovable.

Una solución local que pasa por trabajar mano a mano con socios locales

En el modelo energético que proponemos , la energía se produce y consume localmente. Esto nos permite garantizar que su producción es realmente renovable. Es un planteamiento opuesto al de comprar electricidad “verde” (mediante garantías de origen) que en realidad se importan de otros países.

También nos aseguramos de que el transporte sea mínimo. Para ello, trasladamos nuestro gas a un lugar de consumo cercano a nuestra planta. Por último, trabajamos codo con codo con los agentes económicos y políticos locales. Esto ayuda a desarrollar el empleo y los conocimientos locales en torno a esta tecnología del futuro.

La normativa europea toma nuestra misma dirección y existen fondos para facilitar esta transición. Pero al final, es la responsabilidad y el compromiso de los hombres y mujeres encargados de la transformación de las actividades contaminantes hacia actividades descarbonizadas lo que marcará la diferencia. En Lhyfe, es nuestro deber apoyarlos en esta transición energética hacia el hidrógeno renovable.

No queremos un “No futuro”. Nuestra batalla por el futuro está “en marcha”.

Al proponer una solución energética limpia, estamos aportando una solución sostenible para todos los sectores que deben seguir existiendo:

• transporte público
• recogida de residuos
• industrias pesadas que nos proporcionan materiales esenciales para la construcción
• …

No queremos fatalizar todos estos actores que hoy contaminan mucho. Pero es necesario un compromiso para elegir y aplicar opciones que limiten su huella de carbono.

La transición energética… hacia un hidrógeno ecológico

En nuestro planteamiento, también estamos comprometidos. No nos limitamos a producir hidrógeno limpio. Nos esforzamos por conectar directamente con las fuentes de energía renovables. Es un método que los gobiernos aún no reconocen. Lo llamamos hidrógeno ecológico.

Pero vamos aún más lejos: cuando producimos nuestro hidrógeno, generamos oxígeno. Decidimos devolver este oxígeno al medio ambiente. En efecto, muchos entornos empobrecidos por los gases de efecto invernadero y el calentamiento global lo necesitan. Ya hemos empezado a probar cómo utilizar este oxígeno para enriquecer los océanos. Eso es lo que queremos poner en marcha en el futuro, cuando nuestras plantas se establezcan en el mar.